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Mostrando entradas de marzo 20, 2016

Fragmentos de: Algún día este dolor te será útil - Peter Cameron

  Únicamente me siento a mis anchas cuando estoy solo. Relacionarme con los demás no es algo natural para mí sino que me tensa y me exige un esfuerzo y, como no lo vivo de una manera natural, cuando hago ese esfuerzo no tengo la sensación de ser yo mismo. Me siento bastante cómodo con mi familia, pero incluso con ellos a veces noto la tensión de no estar a solas. ==========   —Me resulta difícil explicar por qué no quiero ir. Lo único que puedo decir es que la idea de ir no me atrae nada. No quiero vivir en ese entorno social. Durante toda mi vida he estado con gente de mi edad y ni me gusta ni tengo mucho en común con ellos. Creo que todo cuanto quiero saber lo aprenderé leyendo libros: al fin y al cabo, eso es lo que haces básicamente en la universidad y yo puedo hacerlo por mi cuenta y no dedicar tanto dinero a algo en lo que no creo y no necesito. Con ese dinero podría hacer cosas mejores que ir a la universidad. —¿Por ejemplo? —me preguntó mi abuela. No le respondí porque de

Fragmentos de: Los renglones torcidos de dios de Torcuato Luca De Tena

Toda la terapia que le aplicarían sería repetir —ignoraba con qué frecuencia— sus gratísimas conversaciones con el doctor del pelo blanco, los lentes de oro y el corazón probablemente de lo mismo. ==========     —Es una pena que no hable usted —le dijo con sorna—, pues estoy segura de que su conversación sería muy amena. El hombre enarcó las cejas como si asintiera: "En efecto, mi conversación sería amenísima. ¡Pero ya ve usted lo que son las cosas!", parecía indicar. ==========     —¡Tengo miedo de pensar! —¡Pues no piense! ¡Es así de fácil! ¡Los que piensan, enloquecen! ¡Yo no pienso nunca! Por eso estoy sana. ¿Quiere una pastilla para dormir?  ========== ¡Ah, qué terrible es el sino de los pobres locos, esos "renglones torcidos", esos yerros, esas faltas de ortografía del Creador, como los llamaba "el Autor de la Teoría de los Nueve Universos", ignorante de que él era uno de los más torcidos de todos los renglones de la caligrafía divina!

Fragmentos de: Lo opuesto al amor de Julie Buxbaum

Estamos actuando bajo el influjo de un engaño cultural colectivo, aquel que exige un vínculo azaroso al acercarse a los treinta, un encadenarse a cualquiera que caiga a tu lado durante un particular juego de la silla musical. Esta es la única manera que tengo de poder explicarlo. ========== La primera vez que Andrew se rió mientras dormía, debería haberlo despertado y haber roto con él en el acto. Nadie merece ser tan feliz. Aunque, en vez de eso, acurrucaba mi cuerpo junto al suyo, pegaba mi tripa tensa contra su espalda y absorbía las vibraciones. Había confiado en que, fuera lo que fuese lo que lo hacía tan libre, tan puro, fuera contagioso. No lo era. ========== —Oye, Ruth, ¿cómo decidiste quién querías ser? —le pregunto, aunque eso no es exactamente lo que quiero saber. Lo que de verdad deseo preguntar, pero no lo hago, es cuándo me convertiré en quien se supone que tengo que ser. —Todavía no he resuelto quién quiero ser, querida —dice Ruth, contestando a mis dos preguntas,

Fragmentos de: El Testamento - John Grishan

He ganado hasta el último centavo de la fortuna que poseo con mi sudor, mi inteligencia y mi buena suerte. Debería tener también el derecho de regalar todo ese dinero a quien me diera la gana, pero me persiguen. ¿Por qué debería preocuparme por quién recibe el dinero? He hecho con él todo lo imaginable. Sentado aquí en mi silla de ruedas, esperando solo, no se me ocurre ni una sola cosa que quiera comprar o ver, ni un solo lugar a donde quiera ir ni otra aventura a la que quiera lanzarme. Lo he hecho todo y estoy muy cansado. No me interesa quién reciba el dinero; pero me interesa mucho quién no lo reciba. ==========   —No nos engañemos; el señor Phelan sabe exactamente lo que hace. Su mente es mucho más rápida que la nuestra. Vaya, hombre, muchas gracias. Eso significa mucho para mí. Sois unos pobres psiquiatras que ganáis con gran esfuerzo cien mil dólares al año. Yo he ganado miles de millones y, sin embargo, vosotros me dais palmaditas en la cabeza y me decís que soy muy